Los batidos están en auge. Pueden prepararse con uno o varios alimentos, vegetales, frutas frescas o secas, leche, cereal, semillas, mantequilla de maní, entre otros.
Son versátiles, fáciles de preparar e ingerir. Constituyen buena fuente de vitaminas y minerales si se consumen inmediatamente después de preparados, muchas de estas sustancias nutritivas son volátiles, se oxidan y se pierden fácilmente.
Son una buena alternativa de romper el ayuno para quienes no están habituados a desayunar o para adaptarse al sabor de los vegetales y frutas si no están acostumbrados a comer estos alimentos y deciden hacerlo.
No son recomendables para diabéticos ni para reducir de peso en forma sostenida. Además de perder vitaminas y minerales, pierden la fibra de vegetales y frutas provocando absorción rápida y elevaciones de azúcar en sangre.
Generalmente se requiere mucha cantidad de ingredientes para obtener un vaso que permita sentirse satisfecho.
Los alimentos sólidos dan más saciedad que los líquidos, estimulan la secreción de la hormona colecistoquinina, que retarda el vaciamiento gástrico, por lo que, recomiendo como opción A, consumir las frutas y vegetales en forma natural, en trozos, en ensaladas.
Opción B, si le gustan los batidos, tómelos ocasionalmente en cantidades moderadas.