El pollo clasificado como carne blanca contiene menos hierro y menos grasa saturada que ciertos cortes de carne roja.
No todas las piezas de pollo tienen igual cantidad de grasa, proteínas y calorías. Tres onzas de alas (aproximadamente 2 unidades), muslo (uno) y pierna (1 ½ unidad) cocidos aportan —según la Tabla de alimentos del Instituto de Nutrición para Centroamérica y Panamá— 249,232 y 220 calorías respectivamente.
La misma cantidad de pechuga cocida proporciona 151 calorías, esto se debe a que contiene menos grasa y más proteínas. Toda la proteína del pollo es de alto valor biológico, está formada por los aminoácidos indispensables para el cuerpo.
La pechuga es carne blanca y magra, se digiere más fácilmente que la carne de res.
Contiene vitaminas y minerales: zinc, magnesio, selenio, cobalto, cromo, fósforo, potasio y vitaminas como tiamina, niacina, piridoxina y B12.
El hígado de pollo es rico en hierro y vitamina A, pero no es carne blanca.
Es muy versátil y se puede preparar de distintas formas, es recomendable evitar preparaciones fritas y cocinarlo sin piel porque esta contiene mucha grasa, casi el 50 por ciento de las calorías que aporta la piel del pollo provienen de la grasa.