Hoy es día mundial del corazón. Se celebra para que tomemos conciencia de la importancia de prevenir enfermedades cardíacas, que son la primera causa de muerte en el mundo y en Nicaragua.
Las enfermedades cardiovasculares están relacionadas con la edad, el sexo, la genética y los hábitos, como el consumo de alcohol, cigarrillo, alimentación inadecuada y sedentarismo.
Estos cuatro factores de riesgo son determinantes para el desarrollo de las cardiopatías, pero tienen la ventaja de ser modificables si decide adoptar un estilo de vida saludable.
Un hábito es una acción automática que realiza sin pensar, como bañarse al levantarse por la mañana o lavarse los dientes, después de comer.
La acción está relacionada con una señal que recibe del ambiente, por ejemplo, acostarse (acción) al llegar a la casa después del trabajo (señal).
Para adquirir un hábito tiene que realizar la misma acción en un contexto determinado, por lo menos durante ocho a diez semanas consecutivas.
Decídase a cambiar. Camine o baile al menos por treinta minutos todos los días, rompa el sedentarismo y beneficie su corazón.
También, aprenda a manejar mejor el estrés, practique yoga, pilates y ejercicios de respiración.
Evite el cigarrillo y licor. Además, mejore la calidad de su alimentación.
Disminuya el consumo de sodio y evite alimentos procesados como quesos, jamones, salchichas, mortadela y otros embutidos.
Asimismo, elimine de su dieta sopas deshidratadas, cubos sazonadores, aderezos, encurtidos, salsas, más bien utilice condimentos naturales.
Trate de evitar comer queso seco salado y ahumado, no agregue sal a los alimentos preparados, es mejor no llevar el salero a la mesa, recuerde que el exceso de sodio hace que tu cuerpo retenga líquidos y aumente la presión arterial.
Coma muchas frutas en su forma natural no en refrescos, a estos no le agregue sal ni azúcar. Las frutas y los vegetales aportan mucho potasio que lo protegerá de la hipertensión arterial.
Que la mitad de su plato sean vegetales sin almidón.
Controle la cantidad total de grasa que está consumiendo. Evite frituras como papas, plátanos, pollo y otros.
Disminuya la grasa de origen animal: crema, mantequilla, piel de pollo, carnes gordas, quesos grasosos. Puede sustituir la crema por yogur natural o leche agria.
Use poca cantidad de aceite de soya, maíz y olivo.
Consuma pequeñas cantidades de aguacate que contiene grasa saludable, igual que semillas de marañón, maní y almendras pero sin sal.
Asimismo, evite alimentos que contengan grasa trans contenida en aceite rehusado, margarina, manteca y productos que las contiene: galletas, reposterías y chips.
Leche, yogur, quesos bajos en grasa y sal aportan calcio, magnesio y fósforo, que también contribuyen al control de la presión arterial.
Prefiera consumir carnes blancas como pechuga de pollo sin piel, lomo o posta de cerdo sin grasa y pescado en vez de carnes rojas.
Le conviene comer un huevo tres a cuatro veces por semana, recuerde prepararlos sin grasa o con muy poca grasa, y puede combinarlos con vegetales y no con embutidos. Si le gusta mucho, puede utilizar dos o tres claras con una yema.